Se denominaban caserías a las viviendas con finca propia que estaban situadas en las vegas altas del río Beiro y Genil. Los mapas antiguos muestran como estas edificaciones salpicaban el vasto Pago de Almanjayar Alto y Bajo. Estas fincas eran regadas principalmente por las aguas de la acequia de Aynadamar y en su mayoría estaban dedicadas al cultivo del olivar y la viña. Las caserías constituían en muchos casos auténticos palacetes campestres, que disponían además de almazaras para la producción de aceite y de bodegas para la fabricación del afamado vino mostagán que durante el primer cuarto del siglo XX era muy demandado en las tabernas granadinas.

Desconocemos de qué año data nuestra casería. El primer documento que hace referencia a ella, es el «Mapa topográfico de la ciudad de Granada y su término», realizado por Francisco Dalmau en 1819. Disponía de unos 200 marjales de tierra, dedicados en parte al cultivo de la vid y la otra parte sembrada de olivos. En el lagar de la casería se fabricaba el vino, el cual era almacenado posteriormente en la bodega. Su sótano, además de bodega, sirvió de refugio en la Guerra Civil para los dueños y trabajadores de las caserías vecinas.

El nombre de Casería de San Francisco se debe a una imagen que había en ella de San Francisco de Caracciolo. A su vez, nuestra casería dio nombre a la Colonia de San Francisco, ya que ésta se construyó sobre gran parte de sus tierras. Otra parte de su terreno fue cedido por su anterior propietaria para construir la iglesia de Nuestra Señora del Carmen en 1997, quedando una parte de la casería dedicada durante 30 años a un restaurante familiar llamado «Mucho Gusto» y la otra parte a vivienda. Al ser muy grande, la vivienda se ha transformado en 4 apartamentos y 2 suites. La zona de restaurante es la parte destinada a los eventos.